Comienza el viaje a Múnich. El día anterior preparamos la maleta y las pesamos para que no excedan del peso máximo de ryanair. Como nos vamos en marzo tenemos que llevarnos bastante ropa de abrigo que días atrás estaba nevando.
Nos llevan al aeropuerto de Alicante, pasamos a la zona de espera y subimos al avión. El vuelo corto y sin ningún problema.
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Nuestro amigo Pau |
Llegamos a memimmgen, y salimos a la calle para encontrar el bus que nos lleve a Múnich. Como aún queda un poco para que salga compramos los billetes para no quedarnos sin sitio y vamos a d
ar una vuelta y despejarnos y sentir el frío de Alemania y la nieve que había caído ayer.
Dejamos las maletas en el maletero del bus y nos sentamos al final. El trayecto es ameno por autovia. El autobús nos deja en la estación de tren donde está Pau esperándonos para darnos la bienvenida.
Nos explica que aquí es donde hay q volver a cogerlo para el día de la vuelta. Nos indica dónde estamos y que nos fijemos q línea hay q cohetes para ir a su casa para que a la vuelta no nos perdamos (no puede acompañarnos). Después de coger dos líneas llegamos a su casa. La casa está muy bien, tiene una sola habitación pero el salón es amplio. Allí duerme habitualmente Pau y en estos 4 días seremos 3. Una cosa muy común es dejar las zapatillas fuera de la casa para no ensuciar. Ni roban ni pasa nada, al igual que las bicis que las dejan sin atar. Aquí en España es inviable que ocurra.
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Olympiapark |
Dejamos las maletas y nos vamos al recorrer la ciudad. Aunque hace sol el frío se nota. La primera visita que hacemos es el parque Olympiapark, paseando por sus colinas y viendo instalaciones deportivas. Seguimos andando hasta llegar al edifico BMW Welt donde vemos lo último en tecnología de coches y motos de alta gama.
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Moto de BMW Welt |
Como aún no habíamos comido, nos vamos a la plaza principal de Múnich (Marienplatz) donde se encuentra el corazón de la ciudad y nos comemos un bocadillo de codillo y una cerveza al sol.
Pau tenía que ir a clase de alemán y nos deja que hagamos lo que queramos unas horas. Damos una vuelta por el centro, alguna tienda y ya era la hora de ir al sitio donde habíamos quedado.
Nos vamos ver el Madrid en un bar típico donde se bebe y se come a lo grande con los amigos que había conocido en estos meses.
Termina el partido, con victoria del Madrid y cogemos el metro para casa. Hinchamos el colchón dónde íbamos a dormir y ponemos unas mantas a pesar de que la casa estaba muy buen aclimatada.