Nuestra nueva aventura comienza cogiendo un tren desde nuestra ciudad Alicante hasta Barcelona. Como en el tren y tampoco en el barco tienes límite de peso en el equipaje, imagínate como vamos de cargados.
Llegamos a la estación de tren de Alicante con tiempo más que suficiente para comprar alguna revista, el periódico deportivo y algo para comer.
Nos subimos al tren, y entre las ganas de llegar, la emoción de un nuevo viaje, el trayecto se nos hace super corto.
Llegamos a la estación de Sants de Barcelona, y lo primero que hacemos es coger el metro que nos llevase a la parada más cercana al hotel que reservamos con antelación.
Como el barco no sale hasta el día siguiente a la hora de comer, preferimos reservar un hotel el día anterior y visitar en un día algo de Barcelona.
Ya en hotel, aunque tardando un poco más de la cuenta por algunas indicaciones de la gente que nos hacen dar una vuelta considerable con lo que conlleva ir con esos maletones, cuando lo teníamos a escasos 50 metros. Es lo más habitual, cuando más cerca lo tienes menos lo ves jaja.
El hotel se encuentra muy cerca del puerto y de la salida de nuestro barco, por lo que mañana no tenemos que coger ningún transporte hasta la entrada del puerto.
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Sagrada Familia |
Dejamos las maletas, comemos un bocadillo que nos hicimos por si teníamos hambre en el tren, descansamos 15 minutos y nos vamos a visitar Barcelona.
Con mochila en mano, agua, cámara de fotos, vamos hasta el metro para coger la línea que nos lleve a la Sagrada Familia.
Una vez allí, se puede observar el maravilloso monumento que es, y su complejidad a la hora de hacerla y de acabarla (aún le queda). Estamos haciendo fotos y al intentar entrar a verla por dentro, nos dimos cuenta que la cola daba toda la vuelta y no teníamos tiempo y decidimos irnos al parque Güell.
El tiempo no acompaña mucho, en algunos momentos se pone a llover, luego sale el sol, refresca pero para una tarde que tenemos para ver Barcelona no importa.
El parque Güell es una autentica pasada, es increíble, la gente pasea, corre, turistas, algún que otro carterista camuflado intentando robar la cartera a las personas más despistadas... El parque es gratuito pero tiene unas zonas que para entrar debes de pagar unos 3-5€ y no me parece mal, pero pudiendo subirte un poco más alto y observar casi lo mismo hacemos la segunda opción.
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Parque Guell |
A lo largo de todo el parque puedes obtener unas vistas muy bonitas de Barcelona. Vemos que en el mismo parque hay mucha gente a lo alto de un monte, allá que vamos, después de subir unas cuestecitas y que ven mis ojos... unas vistas espectaculares, de postal. Estamos como 25 minutos haciendo fotos, sentados, hablando y admirando Barcelona a nuestros pies.
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Vistas de Barcelona |
Bajamos, y nos vamos a comer algo por las ramblas de Barcelona. Dicen que tienes que tener cuidado con los carteristas, yo digo que hay que ser cuidadoso y tenerlo todo bien atado y bien resguardo, si haces eso es muy difícil que te ocurra algo. Picamos algo en un bareto, y como no nos gusta mucho el sitio acabamos comiendo un pedazo de kebap.
Volvemos andando a nuestro, nos ponemos un poco la televisión y a dormir que mañana comienza EL CRUCERO.